El denominado como paso del “Lignum Crucis” está compuesto iconográficamente por una Cruz anicónica de Tau, realizada al término del periodo renacentista, (fines del siglo XVI) y por un relicario, anteriormente una sencilla custodia de astil en forma de ángel y viril soliforme, en el que se expone una pequeña astilla de la Santa Cruz, procedente de la venerada en el monasterio Cántabro de Santo Toribio de Liébana, y que fue donada a la hermandad por el Obispo Luis Almarcha Hernández en 1959.
Desde aquel momento la cofradía incorporó a su procesión del Santo Entierro de los años impares ésta “Santa Cruz dorada” y un pequeño relicario donado por Fernando Mijares Blanco, que se situaba en la intersección de los maderos de la Cruz, pero también tenía la intención de colocarse ambas al culto en la iglesia parroquial de San Martín, algo que nunca se llevó a cabo.
La recuperada Santa Cruz dorada es de gran importancia histórica puesto que se encontraba en el retablo de la Santa Cruz que la cofradía tenía en el monasterio de San Francisco desde 1586, y es muy posible que debamos datarla en aquellas fechas. Aparte de rematar el retablo, la misma Cruz, es posible que abriese los cortejos penitenciales de la hermandad siendo una muestra excelente de Cruz de guía tardo renacentista en soporte de madera, estofada en oro imitando piedras preciosas y sobredoradas.
La Cruz del Lignum Crucis fue restaurada en el año 2008 por el técnico Agustín Rílova Simón.
Actualmente tanto la Santa Cruz, como el relicario situado a los pies de ésta para exponer el Lignum Crucis son sacados, acertadamente y desde el año 1999, en procesión sobre un trono realizado según los diseños del arquitectoManuel de Cárdenas en 1917.
Este trono era originalmente una carroza sobre ruedas destinado para la procesión y cofradía del Sagrado Corazón que tendría lugar al año siguiente en que es estrenada, tal y como fue documentado por el Cronista Luis Pastrana y según fue publicado por su hijo Alfonso Pastrana. Ésta carroza fue adquirida por la Sacramental de Minerva para la procesión de la Infraoctava del Corpus en la década de 1970 y en el año 1999, según acuerdo discutido y tomado en la junta general de hermanos del Domingo de Ramos de ese año, se decidió poner a hombros, siempre y cuando las autoridades eclesiásticas dieran su consentimiento, como así fue dado siendo Obispo de la diócesis Antonio Vilaplana.
De este modo la magnifica carroza que el arquitecto Cárdenas proyectase para el Sagrado Corazón de Jesús, de San Isidoro, se convirtió en el trono para los titulares de la hermandad del Santísimo Sacramento de Minerva y la Santa Vera Cruz, puesto que sirve con este fin a la custodia de Santísimo durante la procesión del Corpus Chico, y del mismo modo durante la Semana Santa para el relicario de la Santa Cruz y la efigie de la Cruz en Tau que conforman el paso denominado como Lignum Crucis, que desde entonces ha tenido una mayor y justa relevancia, pues anteriormente era llevado en pequeño trono por los niños de la hermandad.
Datos y fotografías: Gonzalo Márquez García
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