Son pocas las iglesias que tienen el honor de poseer, entre sus tesoros más valiosos, la reliquia del Santo Lignum Crucis, o astillas pertenecientes a la verdadera Cruz de Nuestro Señor Jesucristo. En la antigua parroquia de San Pedro de Alcantarilla ya se veneraba una reliquia de la Vera Cruz que, actualmente se le rinde culto en la población albaceteña de Alpera. La reliquia, acompañada de otras, llegó a Alpera donada por Pedro Alejandro de Villaescusa, de familia alperina, quien el 7 de junio de 1749 decidió que este legado fuera para «la iglesia parroquial de Santa Marina de Alpera de la ilustre villa de Alpera a beneficio público de todo el pueblo para los conjuros de las tempestades de su devoción».
Una inscripción reza: «esta preciosa reliquia cortó por sus manos propias la Santidad de Clemente VIII, del Santo Leño de la Cruz que se guarda en el templo de Santa Cruz de Jerusalén en Roma para que la lleve el Cardenal Juan María de Mendoza protector de España y la ponga en manos de la Magestad del Católico Monarca Phelipe IlI».
Puesto que el papado de Clemente VII se extendió de 1592 a 1605, y Felipe III reinó de 1598 a 1621, la donación del Lignum Crucis debió hacerse entre 1598 y 1605. Una vez esta reliquia en manos de la casa real española, el Lignum Crucis pasó de Felipe III a su hijo Felipe IV. Este monarca la entregó al hijo que tuvo con una comediante María Calderón, La Calderona.
El hijo, Juan José de Austria, nació en 1629, y entre otros cargos que se le otorgaron figuran el de Gran Prior de la Orden de San Juan, almirante de la escuadra española y gobernador de Flandes. El testamento de la cesión relata que «estas santísimas reliquias acompañaron siempre a su alteza [Juan José de Austria]» hasta que, al morir, se las dejó, junto a otras, a quien fue su confesor durante 14 años, fray Pedro de Jesús. Este fraile, atendiendo a los votos de pobreza de su orden, quitó de las reliquias las diecinueve onzas de oro que la recubrían, con las que se hizo un copón para el convento de la Encarnación de Mula, en Murcia.
En ese convento, el 27 de marzo de 1707, fray Pedro de Jesús firma la declaración en la que explica que cede el lignum crucis «a mi especial protector y amigo el señor licenciado don Ginés Ponce García, cura propio de Alcantarilla (Murcia)». El Lignum Crucis se encuentra, por tanto, en la parroquia de Alcantarilla a principios del siglo XVIII, después de pasar por Jerusalén, Madrid y los imprevisibles viajes de un almirante y virrey de Flandes en la corte de los Austrias. Ginés Ponce García hace testamento ante notario en Alcantarilla, el 6 de noviembre de 1721. En él hace constar su voluntad de que «un relicario grande de plata sobredorada que tiene, con dos Lignum Crucis, el uno mayor que el otro, los recibe y lleve al dicho doctor don Alejandro Villaescusa y Soriano, cura propio de Alcantarilla, su pariente, pagando sólo la plata y oro que tuviera porque de lo demás le hace donación».
El 3 de julio de 1749, Pedro Alejandro Villaescusa y Soriano, en Alcantarilla, explica que de aquellas reliquias, separó el lignum crucis menor «para su consuelo», y «el otro lígnum-Crucis, colocado todo ello en medio de una Cruz de madera especial, con remates de plata dorados (…) remito todo lo expresado a la iglesia parroquial de Santa Marina de Alpera». Reitera y jura que son las mismas reliquias que heredó.
Y es ahora cuando la Cofradía del Santísimo Cristo de la Salud y Misericordia recobra para Alcantarilla la antigua devoción al Santo Lignun Crucis, proveniente como el de Alpera, del trozo de madera perteneciente a la Santa y Vera Cruz que se venera en la Basílica de la Santa Cruz de Jerusalem de Roma, y que cada Lunes Santo procesiona junto a nuestros Sagrados Titulares.
El relicario se realizó en los Talleres de Riopar, Albacete y está realizado en Bronce puro. La reliquia se puede adorar en la Capilla de Nuestra Señora de Gracia de Alcantarilla durante todos los días del año. Destacar que el próximo año 2016 la Vera Cruz procesionará dentro de una gran Cruz procesional sobre un paso, aunque este año, de momento lo hara sobre unas pequeñas andas.
Cofradía del Santísimo Cristo de la Salud y Misericordia