
Desahogo, ilusión y ganas, muchas ganas, era el ambiente que se vivía horas antes de la salida de la Vera Cruz en las inmediaciones de la iglesia de África. Aquellos nervios, tensión e incertidumbre que la Hermandad había vivido durante los últimos años quedaban atrás. Un sentimiento que, lejos de la temida climatología, lo despertaba su escasez de costaleros que, en más de una ocasión, casi les cuesta la salida.
Llegaban con la cuadrilla al completo, algo inaudito que todavía les costaba creerse, resultado del primero de los grandes cambios que ha experimentado este año y, quizá, uno de los más marcados en esta Semana Santa 2019. Porque sí, era Lunes Santo y, ésta, la Vera Cruz, esta Hermandad de silencio y penitencia que tradicionalmente ha procesionado el Jueves Santo, se disponía a enfilar el primero de los cortejos que partirán desde África. Una medida que la Hermandad ha adoptado, entre otras, para suplir esa falta de costaleros que venían arrastrando y que de momento, al parecer, ha generado los resultados esperados.
Vídeo y Texto: El Faro de Ceuta
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