Pocos datos existen de los primeros años de vida de la Cofradía de la Santa Vera Cruz de Linares (Jaen). La corporación hacía estación de Penitencia los Jueves Santos por la noche recorriendo las calles y huertas próximos al convento franciscano portando un Crucifijo, de mano, llevada por un clérigo. Salían los fieles terciarios desde la ermita de San Antón en procesión y hacían las cinco estaciones y terminaban en la ermita del Humilladero. Como todas las Cofradías de la Vera Cruz, vinculadas a la orden franciscana, era una Cofradía de las denominadas de «Sangre», ya que los pertenecientes a la misma iban flagelándose e imponiéndose castigo mientras durara la Estación Penitencial. Siempre se portaba la bandera de la Vera Cruz hasta mediados del siglo XIX.
Hoy sábado a las 13:30 horas, tendrá lugar el acto de inauguración de la Cruz del Humilladero en los jardines de la Estación de Madrid. Con la instalación de la Cruz se quiere recordar la existencia, hace ya varios siglos, de la antigua Ermita del Humilladero, un lugar de culto que se alzaba en dicho lugar de la por entonces villa de Linares.
Hasta ese pequeño templo ya desaparecido acudían los hermanos de la Venerable Orden Tercera, que fundaron la Hermandad de la Vera Cruz al amparo de la Orden Franciscana. Antes de dar comienzo a las procesiones de disciplinantes, se inició como primer acto de devoción y piedad popular el rezo del viacrucis que, después de recorrer cuatro lugares sagrados, llegaba a la Ermita del Humilladero, quinto lugar sagrado, en recuerdo de las cinco llagas de Cristo. Esta manifestación pública y externa que llevaron a cabo aquellos hermanos de la Vera Cruz, vivida en las calles y con los fieles de la villa en el rezo del viacrucis de forma itinerante y portando al Santísimo Cristo de la Sangre, se considera el principio de las manifestaciones pasionistas en la ciudad y el origen de la Semana Santa linarense.
Asimismo, mañana domingo a partir de las 13:00 horas, será bendecida y ubicada en la capilla de la cofradía, situada en la Parroquia de San Agustín, la imagen del Santísimo Cristo de la Sangre. Se trata de un Crucificado del siglo XIX que ha sido donado por un hermano y permitirá recuperar la devoción de aquel viacrucis que se celebraba hasta la histórica Ermita del Humilladero. Además de la mencionada talla, se instalará un retablo compuesto para acogerlo junto a los patronos de Linares, San Sebastián y San Agustín. Esta iniciativa forma parte del CDLXXV Aniversario de la hechura del Santísimo Cristo de la Sangre.
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